No puedo cerrar la mente,
buscando testigos
quiero sentirme bien de verdad, esta vez...
Aplaudo un gesto aunque falte al testimonio
de ver crecer una herida,
sin parar de brotar
como hojas de un árbol que caen suicidas,
como una caricia en cualquier lugar.
El mundo no se detiene,
mis propias negaciones
mis propias negaciones
son a veces una montaña que permanece
inquieta sin saber reaccionar,
dime si lo que yo busco es normal...
No quiero que nadie respire mi paz,
quizás el sentido de un simple beso
para frenar la injusticia de verme marchar,
vendo mi alma si no estas...
Confusión en las múltiples formas de amar,
mi placer se escandaliza apresuradamente
como ese árbol que sueña triste,
como una caricia en cualquier lugar.
No intentes entenderme,
rozo la tierra que un día rechazaste,
siempre has sabido como hacerme llorar,
húmeda de sacrilegio ancestral,
calma mi sed de morfina
y dame una caricia en cualquier lugar.
Perplejidad...
¿Has oido hablar de mi?
Los sueños a veces son palabras
que se encadenan castigadas,
que se encadenan castigadas,
mis derrotas son sentimientos que no saben volar,
mientras ese Dios aquí con su voz
calma con una caricia, calma una vez más...
¿Correr es lo que tengo que hacer?
Inseguridad cercana,
Inseguridad cercana,
timidamente miro al cielo,
por nada dejaría que se agotasen las palabras,
no ruego un beso,
sólo una caricia, una caricia en el alma...
sólo una caricia, una caricia en el alma...
(c) 2008