Mirada agradecida, camiseta oscura
y el alma multicolor,
calcetines blancos, brazos extendidos,
cientos de abrazos, miles de amigos...
Perpetua complicidad,
cuerpos fríos velando smooth criminal,
sudor esencial,
cerveza en grandes vasos de cristal,
canciones inolvidables,
años 90, tus inseparables,
mis notables circunstancias...
Satisfacción sin medida,
inocencia aventurera,
ilusión erótica en cada
brillo de nuestros ojos,
aire envenenado de hierba y emoción...
Pasajeros fulgurantes,
cruzando por fin
la caída del muro de Berlín,
dinero que suma sonrisas,
cumpliendo sueños en Zaragoza o en Valladolid,
años 90, tus inmejorables,
mis notables actuaciones.
Cariño celestial,
zapatos negros de un fan
ansiolítico de necesidad,
Mayly brillando hasta el amanecer,
viajes neutrales con el péndulo
de tus silencios,
nada superior...
Labios con el calor de un verano,
grandes dosis de sexo
inyectadas sin precaución,
silencio inexistente,
Madonna caprichosa sin descanso.
Redadas de sinceridad,
libertad de Mandela,
tus años 90 sin paz,
mi década de inicios y verdades,
de versos inquietos,
de primeras poesías pasionales.
Insurrección de palabras sin miedo,
prohibido pedir perdón
dice un fraggle rock,
marionetas de irresponsabilidad,
fumando al este del edén para ser mayor.
Días eternos de bares y petacos,
tardes conjugadas sin ausencias,
ladrones de vinilos y sencillos,
tus años 90 implacables de anhelo,
amabilidad fundida en un sólo destino...
(c) 2011
