La sombra de tus manos acariciando mis manos
en una pared de color suicidio,
el sueño incompleto que destroza mi mente,
la necesidad de un abrazo invisible.
Inmensa esencia de tu magia
alrededor de una promesa lejana,
tan lejana...
Honestidad fructífera en tus ojos,
un adios que no sabe hablar,
díme si es necesario sentir
para crecer, sufrir y aprender,
díme si los días se acaban
que puedo yo ser...
La voz derrotada
en una corta pero extensa vida,
grita al viento que pueda venir,
cuidado que esta vez
te echo de menos.
La respuesta al final de un verano,
mientras tus manos acariciaban mis manos
en un partir de color decepción,
en un abrir y cerrar de ojos
que soporte este dolor...
Garganta estrellada en un cielo
que confiaba en mi sin yo saber,
posibilidad de acontecimientos,
tus manos en el pálpito de mis labios,
se eleva la nostálgia...
La injusticia presente que no sabe rezar,
la creencia de tus manos acariciando mis manos,
huellas que saben hablar,
preguntas que tantas veces quisieron nadar...
Mar de abismo permanente,
como un tatuaje de rutina e ilusión,
como buscar la suerte sin tener opción...
(c) 2009
