Tu mirada se compone de sueños y secretos,
el silencio justifica una misión,
sabes,
las palabras a varios kilómetros
a veces son destructivas.
El dolor roza tus labios
buscando una dirección,
deshaogo del destino,
infinidad en el pensamiento...
Desesperación,
mis excusas enloquecen,
sabes, que no existe nada peor,
propiedades de una noche donde bunbury
crea un amago de satisfación,
siempre en busca de una dirección.
Memoria inolvidable,
besos que como balas,
me devastaron con el paso del tiempo...
¿Guerra de sentimientos?
Tu sonrisa es la tumba de mi transición...
Tu mirada se compone de caricias y deseos,
sabes,
tanto ruido es demasiado,
vibra esta ciudad y el viento insiste...
En busca de una dirección.
Anhelo tu fuego vertebral,
el alma fría y la incertidumbre rocosa,
mi apuesta no dura 80 días,
tu mundo explota la riqueza de mi corazón...
Consumo los versos y la conversación cambia al final,
auto-destrucción, caos en mi interior,
terror que multiplica una voz
y tanta desilusión...
Un susurro que decía "aquí no podemos hacerlo",
una complicidad que se negó a decir adiós,
"no creo que encuentre un motivo bueno"
en busca de una dirección...
Sentirse bien o sentirse mal,
síndrome de perdición,
sueños que por devoción son como falsos artistas
en el teatro de esta sensación,
imaginación en el poder mi mente,
lagos que brotan de unos ojos aún pidiendo perdón...
¿Quién sabe? ¿Quién puede negar un perdón?
Tu mirada se compone de placeres y seducción,
mi regreso es una droga
en la promesa de un poema,
mi culpa es la ausencia de un estilo,
dañino y provocador,
¿Quién se da cuenta?
¿Quién puede darse cuenta?
Tu perfección es el abismo
que crea una noche de absoluta prisión.
Tu esperanza es la nobleza de un recuerdo
ahora herido,
valentía, soledad, vasos vacíos de incomprensión,
tan lejos y pero tan cerca de ti,
en busca de una dirección...
(c) 2010
