Una explicación poco común,
una eterna mirada hacia ningún lugar,
vuelven los ojos a sonrojar,
un chasquido de dedos
en una mañana poco natural...
Otro día recóndito de sentimientos,
un sol en una habitación
que no sigue igual,
un ritmo silencioso que hace diferenciar,
unos ojos que ya no saben llorar...
La inocencia extraña de un niño,
los labios sencillos de naturalidad,
una playa vacía de angustia y soledad,
¿Queriendo verte llegar?
Ausencia divina,
abrazos verdaderos desde el mas allá,
circunstancias que no comprendo,
meses que abrazan las horas,
horas que temen los años,
como crueles víctimas de neutralidad.
Desconocimiento y dificultad,
un beso que para recordar
sugiere volver a sentir,
sentir que triunfar,
son los latidos que han puesto un fin.
Ausencia prohibida, rosadas mejillas,
cielo comprometido de culpabilidad,
errores que descansa en la tumba
queriendo predicar...
¿Un destino similar?
Una vida deseada,
una fotografía determinada en la mente,
una voz dormida (tristemente) para siempre.
Ausencia extraña,
donde mis gritos y tu credencial
rezan sin resultado,
entre el cielo y las manos
existe un solo pasado,
una frente quebrantada de sufrimiento...
Mil estrellas que se encienden por una danza,
una noche en que tus ojos brillan por casualidad,
un susurro que embruja el alma
como abstracta divinidad.
Un beso que desespera un regreso,
una memoria insuficiente,
un plus de negatividad alrededor de tu jardín,
naturaleza humana,
¿La tierra tiene sueño?
Ausencia acelerada,
un llanto que dice que más puedo perder,
una canción que me hace,
que te hace enloquecer...
(c) 2011
