Llévame contigo y con tu sueño,
despides el verano como una tristeza
de lágrimas y olvidos.
Invasión de hojas pero déjame que adivine
si son verdes o amarillas,
déjame mirar su reflejo en tus ojos
en tu otoño, tu otoño tan singular...
Llévame tan rápido como un parpadeo
de estrellas fugazes,
llévame ahora que conozco el juego
y el resultado,
en el pronóstico de tu sueño...
Salvajes árboles y el mar de tu fertilidad,
permíteme... ¿dónde puede estar?
Quiero volar como si fuera un cohete lunar,
al este o al oeste de tu crecimiento,
al norte o al sur mientras me entretengo,
en el centro de tu espiritualidad.
Llévame ahora que las noches aún permiten
rozar el cielo y caminar lentamente,
explosivas tonalidades en el arcoiris de tu tacto,
¿Sonreir con los ojos? ¿Tocar tus manos?
Relatividad que me presigue sin descanso.
La osadía de los días que no concibo,
que rechado en busca de una huida,
el atrevimiento que saben...
¿Pueden forzar? Al destino.
El secreto que tanto persigo,
sabes que camino sea la hora que sea,
¿Crees que existe un final?
La tierra seca inunda en mi un dolor,
los pies se sienten agresivos,
es como una lucha
entre la imaginación y tus poemas.
¿Poemas? ¿Letras?
¿Cuánto hay de verdad?
Llévame con o sin testigos,
llévame haciendo calor o haciendo frío,
llévame o llévate esta locura...
(c) 2010
