Un amanecer disfraza bestias y duendes
para la provocación de un rumor,
cura el alma después de la herida
provocada por mis palabras, por tus palabras...
Un sol que muy de mañana
revienta el carnaval de mi angustia,
convencido del triunfo...
Nada es igual,
se dibuja una alteración de un deseo,
tímido, lento, como imperfecto.
Las líneas que con un lapiz rojo quiero dibujar,
son amagos de incultura sentimental,
sangre en tu pista de baile
alrededor de tu mundo,
si, ese tan estrecho pero tan universal...
Un oscurecer donde tu voz
esconde un tatuaje de agradecimiento,
una sonrisa forzada,nada es igual...
Coartada al prejucio de mi razón,
esconder el tiempo es negar
que sumar uno mas uno son dos,
es rechazar que la numerolgía de tu tacto
acaricia mis manos en forma de oración.
Creyente insatisfecho,
nada es igual ante al mar,
ante la arena,
ante las playas que tanto caminaste,
que tanto sonreiste,
ausente de responsabilidades incomprensibles.
Un atardecer de rosas justificadas,
en el ciego jardín de intentos y razones,
con la ilusión como bandera,
con un sueño que jamás se despierta,
minutos insensibles de sacrificio,
lunas en otra órbita
que recorren una posibilidad,
agradecimiento plural pero sabes,
sabes que nada es igual...
(c) 2010
