Dama de honor en mis suspiros,
síntoma de drogacción por ti,
medicina que esconde un tesoro.
Valor deslumbrante,
tu alma no tiene precio
pero extensa de brillo,
acompaña a una voz
mientras los latidos ausentes
busca una solución...
Miro el reloj,
donde las horas se han parado,
como un alrededor de verdades,
como un síntoma de drogadicción.
El tiempo aprieta y encoje,
deshace y rechaza en mi
la pronunciación de un nombre,
de tu nombre...
Miedo veloz
acumlación de temblores en el pensamiento,
el oxígeno de tu porvenir crea esta adicción en mi...
Puede existir otro lugar,
puede caerse el cielo ante tus ojos
mientras yo dejo de respirar,
atado a tus consuelos,
arropado por el amor de una madre,
en la tristeza de un débil, suculento sueño...
Muros que se derriban con la mente,
la tierra gira en dirección contraria a mi,
síndrome de drogacción
para la hoguera de un perdedor,
para las manos de un guerrero
ya derrotado....
(c) 2010
