Alimentada de segunda piel,
escondida en el terciopelo
de unos labios inferiores,
cree vencer...
Sonrisa entre negaciones atrevidas,
un territorio singular
puede ser el lugar al que quiera volver.
Ahora o nunca,
super star niega la evidencia de un reloj,
invencible de complicidad,
sus ojos brillan
como un río frío en la oscuridad.
Jura en un verano cualquiera,
que el calor no obtenido
será la súplica a soportar,
mil intentos descarados,
ausencia de bondad.
Invencible de deseo,
envidiosa de estrellas que rodean,
las múltiples formas de hablar,
idiomas incoherentes,
fragilidad en sus palabras,
en el ruego de su neutralidad.
Mira al cielo
adornando de alcohol
su culpabilidad,
momentos delicados,
juventud ahogada,
invencible de traición,
nerviosismo añadido
en la prolongación de un beso.
Super star vuela queriendo acariciar
águilas que retornan,
ignorantes del ritmo de una vida
ausente de libertad.
Nada mejor que apostar
por un débil arrepentimiento,
susurra continuamente...
verte, tocarte y escucharte,
ideología lúcida de sensaciones,
extensa en tantas proporciones
de tensa oscuridad.
Labios gruesos de enfados sin sentido,
invencible avanza en contra del tiempo
en el que vive su estúpida imaginación.
Condena entre sus piernas,
amabilidad al cerrar los ojos y soportar,
otra noche más...
(c) 2011
