El sol sube esta mañana de domingo,
cambian de puesto las sombras
y un pájaro canta,
y si estas palabras pudieran mantenerte feliz,
¿Quién se niega a decir "si"?
Pertenezco a tu mundo
For all time responde mientras escribo un poema,
ajusticiando un sueño y esas manos,
tu tacto acaricia las cenizas de mi derrota,
entre promesas de un pasado siglo,
entre besos de otro sabor,
entre otra extraña canción.
Los días han pasado y... ¿Quién puede mirar atrás?
Los años han fusionado tu ausencia
y... ¿Quién se atreve a mirar?
Con la resaca de una voz,
bendecida desde un cielo común...
Pertenezco a tus letras,
colores mágicos y mágicos colores,
apostando por un sueño y esos besos,
a veces sin querer, dulcemente encontrados.
Tus palabras se visten por el tallo
de una flor despierta en madrugada,
en cada segundo, en cada minuto,
tus ojos atraviesan la luna que me acompaña.
Con la bondad de una voz,
estremecida desde tu interior...
Mi mirada es un ruego al castigo,
estrujando la rabia de no dormir a tu lado,
entre otra extraña canción de amarga compasión.
Con la eternidad de una voz,
siempre en mi interior...
El celeste de tus estrofas adquiridas
para mi nocturnidad,
el verde de tus ojos donados
para mi despertar,
el sentido de tus labios
para que me enseñes otra vez a besar,
con el talento de tus manos,
con la voz más bonita pero quizás...
Entre otra extraña canción,
un castillo de silencios
parte en dos mi única imaginación.
(c) 2010
