Apaga la luz de luna de un sorbido al despertar,
túmbate al ladito de mi suerte
con un guiño cómplice...
Cómplice la profundidad de un posible "mañana",
segundas partes dicen, nunca fueron buenas.
En una sutil imaginación de naturaleza,
germina la mandrágora de tu amor en una habitación,
Apaga la luz artificial,
en un minuto quiero dormir,
en un minuto quiero regresar
al consumo exhausto de tus besos...
Nadie como tu mastica mi pensamiento,
desde un huracán de complicidad
hasta la voz más débil que pude llegar a imitar,
en un tren de liebres nocturnas
huyen tus labios,
como susurros de otro siglo...
Túmbate al ladito de mi suerte
con la apuesta más alta que tus dedos puedan señalar.
Señales de humo dicta el lujoso apache:
¿Dónde coño estas?
Murmullos nocturnos y complicidad,
los párpados se imantan por necesidad
escuchando "the lady in my life".
Sentimiento silencioso y armonía pausada
por lluvia plateada en un acto de absoluta dominación.
Podría incluso decir no
si es que existe una muerte perfecta,
cansado de la misma condición...
(c) 2011
