miércoles, 4 de mayo de 2011

SUICIDARME UN RATO



















Una mirada que no tiene fin
en un instante único en la vida,
todas las palabras viajan a tus labios,
todo esto gira muy deprisa...
Tentación abrumadora
en cada mañana,
en cada despertar de tu sonrisa...
A escasos milímetros del sol
me convierto en ti para ser feliz,
siento como fuego que no estas,
tal como soy,
suicidarme un rato
como un artificial Rolling Stone.

La ansiedad experimenta alguna posibilidad,
ético de tus 500 besos,
quisiera contigo morir,
aunque pueda sonar tan vulgar,
se muere poco a poco el 50 % de mi...
Ahogándome en un paisaje deshabitado,
el camino a ambos lados
tantas veces es demasiado,
tantas veces me suicido un rato.

Unos ojos que dicen "no",
un cielo que como testigo
cuida la voz de una pronunciación
casi perfecta,
verdadera la paz que no dice nada,
nunca hace falta.
Nunca la vida comparte carencias
para mi agradecimiento singular.
Un regalo, una libertad,
quiera besarte en la realidad
de Vivien Leigh y Clark Gable
en un ciudad como París,
aunque tantas veces asustado y arropado,
tantas veces me suicido por un rato.

Antigua oscuridad y susurros de emoción,
mi paquidermo sabor a tus labios
puede sobrevivir,
despertar un sueño en antelación,
repetido miles de veces ya cansado,
como sintiendo que el mismo se ha alejado,
como suicidarme un rato pensándolo,
hoy...


(c) 2011