domingo, 1 de mayo de 2011

PEGASO VOLADOR


















Sueña que la primavera no ha llegado,
su lento parpadeo, seco y sincero,
con un caballo de color miel
y su breve antigüedad; Pero si, es verdadero.

En el silencio de las noches solitarias,
los rubios rizos se mezclan
al compartir su almohada de latón...

En el castillo inventado
se suceden muchas noches al dormir,
un hombre de melena que aún no ha llegado,
si, Natalia, si tu te quedas a vivir aquí...
Y la niña sonríe por ser tan feliz.

Imagina que oscurece rápidamente
y de Júpiter llega volando,
o en barco, o quizás en un avión,
su cara vuelve a sonreír,
es su Pegaso volador...

La felicidad eléctrica valora el momento,
en el que sonreír es realidad,
será que el amor está pasado de moda
y Pegaso volador a venido a triunfar.

Un caballo de color miel,
la suavidad de un ser muy especial,
un beso colorado y que esto no se acabe,
por favor, que... ¡No solo sea un momento!

¡No quiero perderlo por nada del mundo!
Gritaba la niña por las mañanas,
para que en la escuela no se durmiera,
soñando entre castillos,
pensando que la vida no sale bien,
sintiendo que apenas existen los amigos,
lamentando que no hay oscuridad.



(c) 2002