Avanzando, poco a poco,
tan despacio,
al margen de un abismo
de desesperación,
una huida en la grandeza,
una absurda fuerza
que representa tu tacto...
Tus huellas, Diosa de marfil...
Incisiva en un luna oculta,
solamente al amanecer.
Caminando entre tus dedos,
algodón de caricias
no es casualidad,
al despertar una vez más...
Vaivén de sonrisas,
riesgo humano que cambia nuestra vida
de una forma tan singular...
Infinidad de miradas
en el tiempo que vuela,
que regresa feroz de emociones,
que la probabilidad en tantas ocasiones
de besar tus labios,
es en ciertos momentos es un triste derrota.
Grandeza de bondad en tus palabras,
incisiva en el sol más destellante
Diosa de marfil,
que refleja el universo de tus ojos,
capaces de pronunciar...
Tantos textos de facilidad acumulada,
una gran verdad y una leyenda
que se puede equivocar,
como los seres más naturales.
Como el testigo de tu iris
en mis miradas tan notables,
superioridad en la Diosa de marfil,
la primavera roza su fin
con una equivalencia común...
(c) 2011
