Una imagen repetida,
una sonrisa sin final...
Un susurro incondicional,
libertad en el aire al pronunciar tu nombre...
Una canción escrita para nosotros dos,
un universo de sensaciones a tu alrededor...
Puedo escribir desde tu belleza indestructible,
puedo dividir la distancia de tantos recuerdos,
puedo convertirme en el brillo de tus ojos,
puedo no hacer nada y secar las lagrimas...
Una noche bajo el suero de tu alma,
una respiración ya tradicional,
una alimentación necesaria y un suspiro lejano,
libertad en un sueño que multiplica las ganas de verte,
hasta crecer eternamente...
Puedo una vez más sentirme solo y no hacer nada
pero mi mundo sin ti es tan pequeño,
puedo navegar en la sal de tu rencor,
puedo quererte y olvidar este silencio,
puedo decir adiós y cicatrizar la herida,
ser sensible ante tu cuerpo indescriptible,
puedo gritar que te necesito por más de una razón,
puedo convertirme en el brillo de tu pelo,
puedo hacer algo y secar tu corazón...
Un secreto al lado de los nuestros,
una melodía que disminuye una ilusión,
un fracaso que acrecenta una noche más
en la débil existencia de tu brillo desprotegido,
una ciudad solitaria que espera tu puerto al amanecer,
me desvela el mar de tu sabiduría,
trocitos de cielo perdido, soy un ángel herido...
Puedo detener tu nombre y robar un plan
a la estrella más bonita,
puedo con tu brillo sumar seis poesías
y encontrar un sentido,
uno más, a este frágil momento de vida.
(c) 2012
