jueves, 4 de octubre de 2012
Mil palabras
Cada vez que mil palabras exponen mis dedos a tu superioridad,
es una oportunidad de aislar el pasado,
escapas hacía un lugar...
Nada te puede decir más que este silencio,
nada te puede demostrar menos que este final.
Ayer es una palabra incompleta que ahora te guía,
una negación de un Dios que fue testigo,
no sé si ahora, por tanta necesidad,
diez perdones y un camino,
sin mi...
La cósmica muerte de nosotros dos,
¿Sabes? Hoy ya no tiene sentido,
cada vez que mil palabras eternizan este castigo
vuelvo a perder la ilusión,
sacrificando el incienso de tu cuerpo
alrededor de mis noches solitarias y encendidas de temor,
tanto temor...
Incapaz de no sentirme solo en un oscurecer otoñal,
dos sílabas se unen para volatilizar tu nombre
en un susurro de extraña ciudad,
puede tu tranquilidad empeorar o sentirse a gusto ahora,
es la misma,
la misma que no se hace notar,
mi lado salvaje empieza a caminar...
(c) 2012