viernes, 24 de febrero de 2012
Los restos de un cigarro
Llevo un millón de días soñando contigo,
llevo un millón de días haciéndome daño a mi mismo,
humo amargo, dolor de cabeza,
los restos de un naufragio eterno,
anulan el paraíso de tantos sueños vividos...
Llevo 6 días deshojando el lirio del pasado
para comprender el presente,
olor a tus besos,
perfume de tu cuerpo extraño
y otro cigarro que he acabado.
Bañada en la sonrisa antigua que ahora me hace caminar,
la verdad, preferiría ser un tonto inconsciente
frente a la adversidad de poder respirar,
nicotina suicida, pasión precedente,
alquitrán que golpea el calor,
con la valentía de no ir a verte...
Sólo la luna y yo entendemos este amanecer,
sólo en las noches más oscuras que puedas imaginar
atravieso tus huellas,
vuelvo a ti cerrando los ojos, vuelvo a fumar...
Y los restos de un cigarro mojado,
perjudican seriamente nuestro destino,
que destino preguntabas en un segundo plano,
ausencia de confianza,
muestras de cariño insuficientes,
alguien sin fuerza chasqueaba los dientes,
queriendo disimular.
Puedes venir, quiero triunfar,
puedes escribir conmigo los versos más bonitos
que nadie haya podido narrar,
en la ceniza global de 3 años de fertilidad...
Tu nombre es un cuadro abstracto
que dibuja una sola canción,
en el momento exacto de mi decadencia abundante,
quiero más...
Quiero inventar tu cariño desde mi mente privilegiada,
quiero apagar los restos de un cigarro abandonado
desde el abismo de tu lejanía,
quien no puede vivir sin ti soy yo,
quien lo diría...
(c) 2012