Voz en la madrugada del recuerdo,
todo duele
mientras restos de tu incienso
programan la siguiente secuencia en mi mente.
Cuantas formas hay de morir,
cuantos versos es necesario escribir,
vuelve a llover en los ojos,
dolidos yacen de amarga mirada...
Suicidio que adormece el crepúsculo de tu ausencia,
mis cinco sentidos afilan el tacto de un sueño,
columpio de sensaciones...
Cuantas fórmulas he inventado para quererte tanto a ti,
extremo de cariño infinito, formas de morir,
en el exceso de mi mandato, digamos infantil.
Cuantas veces la vida no es como uno quiere,
se multiplica el olvido con tus últimas palabras,
cuantos besos no se dan pero se sienten...
(c) 2012
