Encerrado en su dulce pesadilla,
atado de pies y manos pasan los días,
las niñas de blanco rugen de espanto...
Y un amor nace, de esos, si, a primera vista.
Mañana es hoy,
su mente inquieta esta ausente de emoción,
terrible, ahí está ella,
como una dosis de estrecha urgencia,
la más elevada, aún no existe nada mejor,
no hay nada superior...
Con un cariño singular
la aguja dobla su encanto otro amanecer,
ella sorprendida rumoreó...
¿Pero porqué distinto a los demás?
el enojado de tanto placer,
juntó sus manos y sus labios,
murmurando, otra vez...
Mañana es hoy,
la satisfacción escaseaba en las horas,
que ni empujándolas llegaban
a su dosis de felicidad.
Loco de sensibilidad,
golpea sus párpados contra una ventana cerrada,
odiada por su segundo sentido,
espía constante el sol que refleja su bata,
bella entre enfermos,
lujuriosa en su mente, en todos los momentos.
Un sueño se rompe por un beso,
el principio del fin ya está aquí,
ansiedad aniquilada y las sábanas del mismo color
rugen de pasión.
No existe lugar en la mente para la reflexión,
sus cuerpos soportan la facilidad
de tantos minutos acumulados,
en una habitación ya gigante de gemidos y cariño,
mucho cariño...
Mañana es hoy,
las noches son largas en una camilla
que se desliza de inquietud,
queriendo ver los primeros rayos de sol.
Psiquiatría neutralizada,
vencedor de tratamientos y el corazón...
El corazón satisface un simple papel
mojado de lágrimas merecidas,
para la ocasión.
24 horas de pausa sin control,
24 besos de magia y poder,
que unieron dos pensamientos alternativos,
llenos de un tiempo vacío que ha dejado de crecer.
Mañana es hoy, gritaban sus labios desesperados...
Amanece lluvioso un día singular,
la puerta gira en la misma dirección
en un silencio inquietante,
las brazos sobresalen a cada lado,
los ojos miran al cielo pidiendo perdón,
la presión de una ilusión termina
con un sueño,
el mismo sueño que ese granizo insoportable,
decía para siempre adiós....
(c) 2011
