Con una grandeza espiritual,
una historia es más que historia,
es el presente delgado,
que contigo, que a su lado,
los minutos son siglos de riqueza...
Cuando eres tu mismo,
cuando tus letras aconsejan a la vida...
Cuando el cariño se transmite desde tan adentro,
capaz de secar mares e inundar desiertos.
Sólo el alpinista de los sueños
Recoge el umbral de la sed,
la imaginación rescata una flor que te acompaña,
me asomo a la ventana eres la chica de ayer...
Con la sutileza de tus manos
acariciando el desahogo,
nacen poesías eternas,
nacen letargos y sonrisas,
propias de cualquier amanecer
que sea capaz de darnos otra vida,
aunque sólo sea para poder escucharte otra vez.
Hechizo en la humildad de tus palabras,
magia bondadosa para estremecer...
Liberas de tu alma
esos días que decías "no volverán",
¿Sabes? No te preocupes por esa debilidad,
alguna vez ni siquiera perdona el cielo,
consumidor de noches e ilusiones,
alterador de sinceros sentimientos,
profesor alpinista de los sueños...
(c) 2011
