miércoles, 3 de abril de 2013
Dos seres
Entre lo mágico y lo imposible,
una huella de tus manos decorando la nocturna sensibilidad.
En el amplio mar de nuestras lágrimas,
desconocimiento, ánimo subterráneo,
tu siempre dibujando una flor en cualquier lugar...
Construyo un sueño en el tibio pensamiento
de horas nocturnas, desastrosas de amplia fragilidad,
tu nombre y el eco de mi entorno,
tus pasos detrás de mi en la metáfora de una derrota,
tantas veces injustificada.
Mañana y deshielo y esa canción que habla de ti constantemente,
amanece entre sollozos el alma estrangulada de extrañeza e incredulidad...
Tu boca en el pasado de Neverland,
entre un sentimiento y la oscuridad de un deseo,
que apagó la plural naturaleza de dos seres,
dos más.
Neutral impedimento para abrazarte y sentir algo,
algo que tu imaginación no entiende,
no comprende el valor de una sonrisa,
esa felicidad.
La ambición de una confianza en unos ojos ya cerrados,
el impacto de dos seres por la era cristiana aplastados,
culpabilidad inocente que no sirve, ahora...
(c) 2013