viernes, 5 de abril de 2013

Olor a ti . . .

















Mi tacto acostumbrado,
donde está el límite...
La herida deslizada en un trozo, viejo de papel,
tus dedos dibujan un flor en cualquier lugar...
Consecuencia advertida, paredes frías de horror.
La imaginación tiene el poder absoluto sobre tu juego enloquecedor,
el viento y tus manos,
el aire y el veneno de una huída,
el aplauso infinito de un interminable adiós.
Olor a ti, tus dedos se suman a la fiesta nocturna,
permiso... ¿Puedo, por favor?
Rumor prolongado, donde estas,
humo alterado que expande mi boca,
premeditada respiración.
Nostalgia añadida, versos suicidas,
¿Recuerdas aquella lenta canción?
Esta noche no habrá oscuridad...


(c) 2013