lunes, 16 de abril de 2012
Me quema, me arde . . .
Me quema el frío de tus labios,
se mezcla la poesía de tus ojos
con este sentimiento indefinido...
Hasta la muerte que precede el poder verte,
hasta el murmullo silencioso
que golpea un destino diferente, tan diferente...
Me arde el hielo de tu boca,
como un beso púrpura que atraviesa mis venas,
en una atardecer que ha aprendido a decir adiós...
Desde el aliento que me falta para verte sonreír
vuela un huracán de mariposas,
me arde la marea que recorre tus pasos,
me quema el agrio camino de un débil fracaso...
Y ella vuelan, vuelan tan alto como aquel hechizo común...
Donde nuestro mundo suspiraba por el mismo sueño...
(c) 2012