Ojos negros, labios vencidos,
después de tanto tiempo soñando,
divina pobreza en tu paladar...
Poder absoluto como si tu mente
venciera a la oscuridad,
imaginación alquimista,
sueños entre suspiros e ibuprofeno,
casi toda una vida...
Piel roja que roza el paraíso
músculos abstractos de tanta emoción,
y se quema la cera en el final de tu eternidad.
Ojos sinceros, labios que vencen al tiempo,
ataduras completas que demostrar...
Suavidad que balancea el dolor,
pronunciación de palabras ya usadas,
divina pobreza que nos hace sentir mal,
remedios y sensaciones donde nace
un terrible "nunca más".
Ojos negros,
labios doblados de historias de amarga intensidad,
hay susurros que rebosan de tristeza e inconformidad,
mientras gritas " quiero que nunca amanezca"
con el éxtasis de tu boca al despertar,
aunque no tengamos nada
y nada nos haga tan infinitos,
acaricias con tus besos mi barrera del sonido...
Mercancía singular,
divina pobreza también en el sol
de una mañana vestida de curiosidad,
tus pupilas se despiertan entre montañas de alegría...
Y aunque seamos coleccionistas de sueños
durante el resto de la vida...
alguien desde cielo acaricia los restos de ti y de mi...
Y aunque no tengamos nada y nada nos haga tan infinitos...
seguimos aquí...
(c) 2011
