lunes, 4 de julio de 2011
COSAS SENCILLAS
Hay tantas cosas,
sencillas...
Invaden las circunstancias de una vida,
a veces dolorosa, a veces casi prohibidas.
La mente descansa con el porvenir de tus ojos,
el reflejo de una herida
cubre el cielo de un oscuro intenso.
La mirada tiene una respuesta,
una respuesta común a tu voz...
Melodía primitiva para tus latidos,
sonidos incomprendidos,
ella aún reza solamente por ti.
La dificultad de un verso escrito,
la historia infinita en la que te hayas sumergido,
hay tantas cosas,
sencillas...
Invaden la tierra que ayer acariciamos,
víctimas de una juventud agradecida.
La mente es un espejo que dice adiós,
al paso de una canción en una habitación
habilitada sólo para dos,
sonidos incomprendidos
en una luna vestida de verde,
a la envidia de sus ojos.
¿Quién puede presumir?
Cuando tu voz,
irremediablemente no tiene compasión.
Minúscula atención a los besos endeudados,
caricias que en su cuerpo se han adornado
de mis manos agrietadas,
de mis múltiples abandonos,
a un sentido común de respeto,
cariño y similitud.
(c) 2011