Una camiseta negra de admiración,
100 lentejuelas que quieren triunfar,
los ojos se abren y se cierran
intentando disimular...
Un viejo bar que se sostiene a gritos,
lluvia acumulada de deseo internacional,
una trenza intacta en forma de espiral...
Carretera transparente de veranos
y banderas ante más de un amigo,
dulcemente los párpados se abren y se cierran
en una paraíso de extensa amistad.
Vuelo reflexivo,
existen momentos imposibles de olvidar,
existen minutos capaces de abandonar
el presente y con ello,
soñar y volver a triunfar.
Neutro pasado,
"La chica de ayer"
consumió horas de relajación,
entre cartas metálicas
y juegos apostados,
valorados,
perseguidos por una mente,
puramente tradicional.
Unos pantalones ambiguos de repetición,
1000 rizos desesperados queriendo partir
hacia un lugar llamado "Neverland",
susurros entre humo y alteraciones destacadas...
Soñamos...
Vuelo reflexivo,
pluralización sentimental,
sumergidos en cualquier tipo de ritual,
la sonrisa era verdadera,
¿Noctámbula de necesidad?
Un idioma "pop" incondicional,
no existía parcialidad común,
para la alegría de seres y extraños,
para la efímera nostálgica que puede atravesar,
¿Otro sentimiento?
¿Un océano inundado que anula
el vuelo de una mente inusual?
Preciso el ritmo de la vida,
diferente es la palabra
ante estrellas sentadas
en cada lugar,
en cualquier lugar...
(c) 2011
