Absorbiendo lentamente tus labios infinitos
en esta noche de sueño aprendiz,
una hoja en blanco es suficiente
para entrar y salir...
Al calor de tus manos,
al amor de tus ojos encendidos,
a estas horas de la madrugada,
un crepúsculo de luna experimenta
la sensación de tenerte aquí...
Extrayendo de mis venas las ganas de ti,
apenas sin pensar,
con la saliva prohibida
devorando instantes, tantos instantes...
Crecí con las caricias más intensas,
nací la valentía de sentirme único,
al calor de tus manos
en un fuego mágico,
de poder absoluto,
de un engaño abstracto.
Nunca una voz tuvo tanta intensidad en mi interior,
nunca unas manos sustituyeron tanto como un abrazo,
al fuego de tus pupilas,
a los ojos verdes que parecen dedicados,
un duende cualquiera se convierte en cómplice,
comodidad instrumental...
Sonrisa plural,
tu cuerpo es un volcán
y mi deseo la dinamita que lo hace explotar.
Alguien dijo alguna vez
"entre arrumacos de amabilidad",
discreción transparente,
no quiero despertar de este silencio
si alguien me dice que estoy soñando,
con el placer de tu cariño,
al calor de tus manos...
(c) 2011
